Esta obra muy completa de casi 500 páginas examina la relación entre las radiofrecuencias y la salud: dosimetría, mecanismos de acción térmicos y no térmicos, biología y epidemiología.
En lo que se refiere a la dosimetría, no se recomienda cambiar los actuales umbrales de exposición.
Para los mecanismos de acción, no fue posible encontrar un mecanismo que no fuera térmico.
Los estudios epidemiológicos por confirmar (posibilidad de sesgos metodológicos) parecen mostrar la existencia de un muy leve aumento del riesgo de gliomas y neurilemmomas entre los grandes usuarios de teléfonos móviles desde más de 10 años.
Por este motivo, la IARC ha clasificado en mayo de 2011 las radiofrecuencias como 2B (“posiblemente cancerígenos para humanos”).